La fogosa fiesta después de la fiesta de Charlène, Alberto y sus amigos

Charlène y Alberto abrieron el baile sobre una pista que parecía un espejo, con una pieza muy lenta que la novia canturreaba sonriendo por fin feliz. Muy despacio, la pareja se giraba dando oportunidad a los fotógrafos y también a los invitados a perpetuar el momento. Después, según cuenta la prensa local, la ópera se convirtió en una auténtica discoteca, escenario de risas, bromas, bailes y momentos románticos.
Tras descansar sólo un par de horas, en lo que ha debido de ser la noche de bodas más cortas de una pareja real, Alberto y Charlène invitaron a última hora de la mañana a un brunch en los jardines de Palacio a un grupo de invitados. Una creación de nuevo del chef Alain Ducasse y también de Joël Robuchon.
Está previsto que la pareja viaje este lunes o martes a Sudáfrica. Allí celebrarán otra gran fiesta el próximo 7 de julio para amigos y familiares de la novia que no asistieron a la ceremonia de Mónaco. Sin embargo, parece que de momento el enlace no ha causado furor en el país en el que se crió Charlène, quien nació en Zimbabue. El sábado, en los bares de Durban había más interés por la retransmisión de un partido de rugby local que por el enlace de su compatriota con el príncipe monegasco.
No obstante, casi todos los dominicales recogían fotos de la boda en Montecarlo, y se cree que el interés aumentará a medida que se acerque la celebración, el jueves, en Durban. Un día antes, el miércoles, Alberto de Mónaco participará en la reunión del Comité Olímpico Internacional que se celebra en la ciudad sudafricana. Allí se votará quién organizará los Juegos Olímpicos de Invierno 2018. Por la noche se celebrará una fiesta para doscientos invitados en Umhlanga Rocks, el barrio de los ricos y famosos.
Alberto y Charlène se hospedarán en el lujosísimo hotel The Oyster Box, como ya informó Hechos de Hoy, en el que se divertirán con sus invitados hasta el amanecer. En este exclusivísimo hotel ocuparán durante unos días una suite de 50 metros cuadrados -la presidencial de los 5.000 euros noche llevaba mucho tiempo reservada por otra persona- antes de partir hacia destino desconocido, aunque se cree que podría ser Bali.
A la vuelta, en Mónaco parece que al príncipe Alberto le podrían esperar una o dos demandas de paternidad, la gran comidilla paralela a la boda real en el balcón del Mediterráneo.
Por cierto, ya hay apuestas. ¿Quién será la primera en anunciar su embarazo? Por lógica sería Victoria de Suecia, que se casó en junio de 2010, pero parece que tanto Kate Middleton como Charlène podrían ganarle en esta «carrera».