Mónaco: Todo listo para la boda del siglo
La revista ‘ Point de Vu’ ha difundido documentación de organizadores de la boda entre el príncipe Alberto y Charlene Wittstock que no deja lugar a dudas de todos los detalles de la ceremonia.
110 días quedan para que el principado más pequeño del mundo, el de Mónaco, ocupe las primeras páginas de la prensa y llene horas y horas de televisión con los detalles de un enlace real, el de Alberto II, con la nadadora Charlene Wittstock. De la boda, fijada para el 1 de julio, ha trascendido ya todo tipo de información en un despliegue ceremonial y de seguridad sin precedentes en la historia del país monegasco.
La autora de la exclusiva ha sido la revista francesa Point de Vu, en un reportaje del que en España se ha hecho eco ‘Hola’. Según la documentación de los organizadores a la que ha tenido acceso la publicación, considerada la ‘biblia’ de las monarquías europeas, el patio del palacio de los Grimaldi se transformará en una especie de catedral al aire libre para la ocasión.
La fiesta nupcial se desarrollará en dos días, 1 y 2 de julio. La boda civil se celebrará la primera jornada y tendrá como escenario la sala del trono de palacio.
Un día después, monseñor Bernard Barsi, arzobispo de Mónaco, oficiará la boda religiosa. Más de 4.000 personas podrán ser testigos de esta ceremonia, 900 en palacio y el resto por medio de pantallas gigantes. Se instalarán alfombras rojas, una lámpara de araña y un altar. El blasón de la dinastía Grimaldi presidirá el sagrario. A ambos lados del mismo se colocarán monogramas confeccionadas con flores de los novios reales: a la izquierda, el de Charlene, y a la derecha el del príncipe Alberto de Mónaco. Ramos y guirnaldas de rosas, hortensias y orquídeas de color blanco adornarán en enclave.
Tras dos oficios religiosos, la cena de gala se celebrará en el museo oceanográfico, donde se instalarán en los salones del primer piso 38 mesas redondas, además de la mesa de honor en forma de U destinada a albergar a los 60 familiares con sus cónyuges.
El menú todavía no está cerrado, pero se sabe que consistirá en cuatro platos, incluida la tarta nupcial. Antes de la medianoche, todos los invitados se reunirán en la terraza para ver un espectáculo de fuegos artificiales y, a continuación, dará comienzo el baile en la sala de conferencias.
Otro dato curioso que se ha conocido en las últimas semanas es que el tenor Juan Diego Flórez cantará en la boda real monegasca. El solista amenizará, no la fiesta, sino el momento en que los novios firmen las correspondientes actas de matrimonio al término de la ceremonia religiosa.
En cuanto al secreto mejor guardado, el vestido de la novia, la aguja del diseñador italiano Giorgio Armani será la que lo cosa. El propio modisto confirmó la noticia el pasado mes de enero, en absoluto sorpresa ya que todo el mundo sabe que se trata del diseñador fetiche y amigo personal da la futura princesa de los monegascos.
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