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Un Rolls-Royce Phantom VI para la boda real

Según la Casa Real Británica, tras la boda, los futuros reyes del Imperio Británico saldrán de la Abadía de Westminster en un carruaje de caballos, así que mejor este aspecto se lo dejamos a alguna web especialista en equitación. Aquí lo que interesa es la gasolina (perdona si te parezco ‘poco eficiente’), así que toma nota: el último coche en el que Kate Middleton se subirá como plebeya será un Rolls-Royce Phantom VI de 1977. No está nada mal para un ciudadano de a pie (o casi). Además, este coche tiene su morbo, ya que es el mismo en el que sus suegros(el Príncipe Carlos y Camilla Parker-Bowles) fueron agredidos por unos estudiantes hace unos meses en Londres.

Un Rolls-Royce siempre se asocia al lujo extremo. Parte de la culpa la tiene la ‘familia’ Phantom, que data de 1925. El primero de la saga no tenía parangón en cuanto a grandiosidad y precio; además, los múltiples carroceros ‘premium’ de la época, especialistas en vestir los chasis desnudos de diversos modelos, no se quedaban cortos a la hora de incluir maderas exóticas, tejidos del más alto nivel…

El Phantom VI era una ligerísima evolución del Phantom V, que se hizo famoso desde 1959, año de su lanzamiento, por la cantidad de celebridades (de las de verdad) que se hicieron con uno. Aunque solo se fabricaron 516, nombres como John Lennon o la propia Reina Isabel II (la de Inglaterra; la española vivió entre 1830 y 1904) se hicieron con uno.

El Phantom VI salió en 1969. Era una pequeña actualización de un modelo que ya estaba ligeramente superado. Su diseño corría a cargo de Mulliner Park Ward, que se encargaba de fabricarlo a mano con toda la calma del mundo. Aun así, estuvo vigente ¡hasta 1991! Ese año dejó de fabricarse, tras 373 unidades construidas, uno de los modelos más representativos del lujo británico. ¿Que estaba desfasado? ¡Y qué más da! Si tienes un coche que es el tope de gama de la marca más lujosa del mjundo, poco importa que hasta un MG Metro te supere en tecnología.

Este modelo en particular es una edición muy especial con el techo sobreelevado. Data de 1977 porque es el modelo conmemorativo que celebra el 25 aniversario de la subida al trono de la Reina de Inglaterra. De seis metros de largo y 2.500 kilos de peso, tiene un motor heredado del Rolls-Royce Silver Shadow de 1965, un V8 de 6,2 litros y 200 CV, que transmite la potencia a las ruedas traseras a través de una caja de cambios automática de 3 velociades (cuatro desde 1979). Los frenos son todos de tambor y la suspensión del eje posterior se confía a unasballestas. Por cierto, un dato: no está blindado, aunque los cristales sí son de dureza especial.

El Phantom VI es el último Rolls con chasis separado. Como curiosidad, la Casa Real Inglesa tiene dos en propiedad, uno de 1986 y este de 1977. Cuando la reina va en él, la mascota del Espíritu del Éxtasis se cambia por la suya personal, San Jorge matando al dragón, que está hecha en plata maciza. Además, este modelo en concreto tiene un lugar especial donde se coloca el escudo de armas y el estandarte real.

Fuente: www.autobild.es

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